martes, 15 de enero de 2008

tripping in Shibuya

Es increible la cantidad de gente que se concentra en Shibuya por las tardes. La imagen de una masa humana invadiendo el cruce de calles a la salida del metro cuando el semaforo de peatones se pone verde es espectacular en si misma. Lo grabo en video con la camara que me compre el lunes en una de las mas grandes tiendas de Yodobashi en el distrito de Akibahara. A K. no le gusta ir a Shibuya o Shinjuku. Le estresan las aglomeraciones de gente, mientras que yo me quedo fascinado simplemente viendo pasar a los grupos de adolescentes en sus uniformes de colegiala, los jovenes ataviados con atuendos goticos, la masa de gente en general, entre las miles de neones que tiñen de colores la noche de Tokyo.

Encontramos una tienda con aspecto de sex-shop donde hay una articulo de prensa en la pared informando de la reciente ilegalizacion de los hongos psylocibes, las setas alucinogenas. Es una pena, si no podriamos haber comprado algunos y haberlos comido en casa a solas, como solemos hacer con el extasis.

Mientras paseamos por la calle principal que sale desde el centro de Shibuya veo un puestecito con un cartel que pone "Trancer". El chico parece vender unas pequeñas botellas. Le pregunto que son pero no parece hablar mucho ingles asi que le pido a K. que le pregunte. "Dice que hay varios efectos". El chico señala los distintos frasquitos mientras habla. "Este te hace reir, el otro te aumenta el sentido del tacto..". Miro uno de los frasquitos pero solo tiene una pequeña etiqueta en japones. Me imagino que es una especie de extasis herbal como el que se vende en las smart shops europeas. Decidimos comprar uno de los frascos. El chico nos dice que podemos tomar uno entre los dos sin problemas. "Dice que tu eres un hombre hecho y derecho, te podrias tomar una entera" me dice K traduciendo. Lo abrimos de inmediato y me bebo casi dos tercios del liquido, que tiene un sabor repugnante. Le dejo el resto a K.

Seguimos paseando. Entramos a una tienda de manga y K. ojea durante un rato algunos de los libros. Le encantan los mangas como a la mayoria de los japoneses. Me acuerdo de las imagenes que he venido viendo en los ultimos dias de hombre de negocios, colegialas, universitarios, todos leyendo manga en el tren o metro. "Creo que estoy notando algo lo que hemos tomado" me dice K. Yo no noto nada, ya me habia olvidado del frasquito. Salimos otra vez a la calle. Hay un concierto callejero de hip hop. Canta una chica muy jovencita, con mucha energia. Se va congregando gente alrededor. A mi lado hay un hombre bajito, delgado, con gafas, vestido con traje y corbata, con el maletin en la mano, imitando los saltos de la cantante con un estilo hip-hopero bastante patetico. Pero me gusta que el baile sin que le importe lo que los demas piensen de el. Baila como si nadie te estuviera mirando, que dice la frase. K tambien le ha visto "A los japoneses nos gusta imitar, somos gregarios, en cierto modo no tenemos mucha personalidad propia, seguimos las modas, las convenciones. A veces de un modo un poco ridiculo". Sigo mirando al hombre trajeado, me hace sentir bien. Empiezo a notar un cosquilleo en la cabeza, sin duda el fraquito trancer esta haciendo efecto.



K. dice que tiene hambre asi que entramos a un 7 Eleven y se compra un bote de noodles instantaneos. Es un vaso de plastico con noodles y unos polvos deshidratados de sabores. Uno de los chicos de la tienda calienta agua en un microondas y la echa en el vaso. Al cabo de dos minutos esta listo para comer. Nos sentamos fuera en unas escaleras que llevan a Love Hotel Hill mientras K. se come los noodles. Realmente empiezo a notar los efectos mas fuertes de lo que hemos tomado. Es en cierto modo parecido al extasis, pero con efectos mas psicodelicos. Se hace raro el efecto estando en medio de todo el bullicio del centro de Tokyo. El ruido y las luces me empiezan a resultar pesadas.

"Por que no nos vamos a alguna zona menos concurrida"? Le digo a K. Miramos el mapa y localizamos lo que parece una peque
ña zona verde no lejos de aqui, asi que echamos a andar. Al cabo de un rato me diento desorientado "Vamos en la direccion correcta?". "No se.." dice K. con una sonrisa ausente.. "Me siento muy bien!!" dice. "Yo no tanto", pienso. Saco el mapa de nuevo. Intento pensar en que direccion estamos yendo pero se hace dificil. La sensacion de bienestar del "extasis" ha cedido completamente a un estado psicodelico que mas se parece al de un viaje de acido. Intento tranquilizarme. La multitud de gente me agobia. Necesito espacio y tranquilidad, salir de aqui. Y mientras tanto el efecto de la droga sigue subiendo, todavia no he llegado al pico. "creo que tenimos que ir en esta direccion" digo, torciendo a la derecha en la siguiente calle. Durante los siguientes cinco minutos consultamos el mapa 3 veces para comprobar el camino, pero cada vez estamos menos seguros de donde estamos o hacia donde vamos Le sugiero a K. que vayamos a casa. Parece que a ella le da un poco igual donde ir o estar. Recorremos el camino de vuelta a Shibuya station, que se me hace eterno. No quiero pensar en el trayecto de una hora que tenemos en tren hasta llegar a casa. Por la boca del metro sale y entra a borbotones una masa humana que parece atravesarme. Consigo llegar hasta el hall de la estacion pero me veo incapaz de cruzar las barreras de los billetes. Miles de personas parecen moverse a mi alrededor, el ruido que generan y el colorido de sus ropas es un asalto a mis sentidos que no consigo soportar. Siento verdadera necesidad de salir de aqui. "No puedo" le digo a K. "tengo que salir fuera".

Intento calmarme. Pero que sera lo que hemos tomado? La intensidad de las sensaciones sigue incrementando. Empiezo a pensar que no voy a poder soportarlo si me sigue subiendo.
Sera que hemos tomado demasiado? Y si he tomado una sobredosis? Recuerdo haberme tomado casi dos tercios de la botellita para evitar que K. tomara mucho porque se que es muy sensible a las drogas habitualmente. Ella parece estar bien. Pero claro yo he tomado quizas el doble. Seguro que le habra dicho el chico que nos lo ha vendido que podiamos tomarnosla el frasquito entero sin problemas? Y si ella le entendio mal? Empiezo a sentirme preocupado de verdad. Pero que puedo hacer? Creo que estoy empezando a perder el control. "Estas segura de que te ha dicho que nos podiamos beber el frasquito entero?" "creo que si" K. parece no darle importancia alguna. "Te ha dicho que era exactamente lo que era". "No se, no recuerdo si me ha dicho algun nombre..." "No me encuentro bien" - "mmm... quizas si comes o bebes algo se te pase?" Me da un botellin de agua que lleva en la mochila. Bebo un poco pero no noto el liquido en mi boca o garganta cuando trago. Mi sentido del tacto esta por otro lado completamente alterado, igual que la vista y el oido. No creo que lo pueda soportar por mucho mas, pero que puedo hacer? Creo que voy a sufrir un ataque de ansiedad.

"K..." empiezo "creo que necesito que llames a una ambulancia" K. parece que empieza a tomarme mas en serio. "no..." dice con una sonrisa preocupada" "te pondras bien en seguida, ya veras..." "No, de verdad, no lo soporto mas.. lo siento, pero por favor llama a una ambulancia...".

La multitud de gente parece moverse a veces a camara lenta, a veces a camara rapida. K. esta hablando por telefono desde una cabina cercana. Los colores son mucho mas brillantes. Pero lo que me molesta es la sensacion de ansiedad, esperando a que algo pase, sin poder relajarme. A veces parece que la sensacion se alivia un poco pero enseguida vuelve. Y aunque parece que lleve varias horas asi me doy cuenta de que no ha pasado ni siquiera una hora desde que nos bebimos el maldito frasquito. Veo una sirena al otro lado de la calle.. La ambulancia! Nos acercamos corriendo. Es policia, pero doy por hecho de que han venido en mi busca. K. habla con uno de ellos, que le mira con cara de desden. La presencia de la autoridad parece que me calma por un rato, aunque no veo la ambulancia. K. se vuelve hacia mi y me pregunta si tengo guardada la botella que hemos tomado. Recuedo que la tengo en el bolsillo de la chaqueta. Se la damos al policia, que tras echar una ojeada al frasquito le dice algo a K. "Dice que esto no es para beber, que es para olerlo". En ese momento creo morir, me vienen a la cabeza los poppers, peque
ños frasquitos de nitrito de amilo que se venden en los sex-shops de londres y que la gente inhala en fiestas o para practicar el sexo. Durante una epoca soliamos comprarlos en los puestos callejeros de camden town y usabamos el popper los fines de semana que pasabamos en casa bebiendo, follando y tomando drogas. Recuerdo que en las botellitas de popper pone que ingesta del liquido de los frascos es mortal. Sera una especie de popper lo que nos hemos bebido? Realmente necesito que me vea un medico, puede que este a punto de morir por intoxicacion. Los policias no parecen muy preocupados por el hecho de que nos hayamos bebido el frasco. En este momento aparece una ambulancia. El enfermero me mete dentro y me tumban en la camilla. Oigo voces hablar en japones. Una cabeza se asoma y me observa. "Voy a morirme?" le pregunto.

Parece que llevo dos horas tumbado en la camilla de la ambulancia. Llamo a K. y le pregunto que por que no me llevan al hospital. "No encuentran un hospital que a estas horas atienda extranjeros". Me parece una respuesta absurda pero no tengo fuerzas para hacer nada. Me retuerzo en la camilla de la ansiedad. Noto pinchazos en la espalda. Me da la sensacion de que me han introducido algun tipo de instrumento en la columna para mantenerme con vida. Me toco la espalda pero no hay nada. Sin embargo sigo notando algo dentro de mi espalda.

Al cabo de lo que parecen horas arrancamos. Uno de los enfermeros va gritando con un megafono por la ventanilla del copiloto para que los vehiculos nos dejen paso. La escena resulta un poco grotesca pero no me hace ninguna gracia, solo quiero que me vea un medico y que me curen, de la manera que sea. Pero que me curen de que? Puede que la intoxicacion en mi organismo sea ya irreversible. Intento no pensar en ello. Los pinchazos en la espalda me duelen mas, tienen que haberme introducido algo ahi para que duela tanto, quizas algun gotero para mantenerme con vida.

Llegamos al hospital y me llevan en la misma camilla hasta una sala que parece un quirofano. Veo muchas caras obervandome desde arriba. Oigo voces en un idioma extra
ño, las caras que veo parecen salidas de un comic, como extraterrestres, de colores brillantes. Miro a mi alrededor y veo a K. hablando con lo que parecen varios medicos. Alguien me esta sacando sangre del brazo derecho, aunque no noto apenas la aguja. Uno de los medicos me habla en un ingles bastante basico y con un fuerte acento japones. "que es lo que sientes?" "Voy a morirme?" le pregunto. Sigo notando los pinchazos en la espalda. Veo a K. tumbada en otra camilla a mi derecha, tambien le estan sacando sangre. Se rie mientras me mira. No le veo ninguna gracias al asunto.

Uno de los medicos me dice algo y veo que me ense
ña una especie de tubito transparente conectado a una maquina que han traido, de la que cuelga una especie de gotero. Me sujetan unos enfermeros y me introducen el tubito por la nariz. Siento como si no pudiera respirar, el tubo me entra por la garganta hacia el estomago. Hace mucho daño. Boqueo para respirar. Siguen introduciendo el tubo mas adentro y veo un liquido negro que entra por el hacia mi estomago. La
sensacion del tubo entrando por mi garganta es horrible.

Han acabado de hacerme el lavado de estomado y sigo tumbado en la camilla mientras me observan. K. Esta a mi derecha sentada en la otra camilla. Parece que empiezo a sentirme algo mas tranquilo. Ya no siento los pinchazos en la espalda. Parece que finalmente no me voy a morir....


jueves, 10 de enero de 2008

reunion con K.

K. debe de llevar ya casi dos horas haciendo yoga mientras yo sigo durmiendo en el futon, hasta que se cansa y se me echa encima. Abro el ojo derecho y veo su cara pegada a la mia, sonriente. Esos ojos de niña traviesa. "Me siento tan bien despues de hacer yoga!". Nos besamos. A mi tambien me sienta bien que ella haga yoga por las mañanas. Me gusta seguir durmiendo y sentir su presencia en la misma habitacion, y me gusta el buen humor que le da, lo que coincide con mi hora de despertarme. Tengo que agradecer al yoga que que nos proporcione mas y mejor sexo matutino.

Me encanta acariciar todo su cuerpo, sentir su piel de seda en mis manos. Ella se deja hacer, disfruta mientras lo hago. Hacemos el amor con delicadeza, como corresponde a la mañana. K. apenas se mueve y se deja hacer.

Pasamos la mañana en casa. El padre de K. ya se ha ido cuando nos levantamos, y no suele volver hasta muy tarde por la noche. Me pregunto si lo hace para evitar estar en casa con nosotros. Pero K. me asegura que es lo habitual en el. Trabajar largas horas e ir despues al bar a emborracharse con el jefe y los compañeros de trabajo. El ritmo de vida de un salaryman japones. K. prepara el desayuno: sopa miso, salmon al gril, con arroz por supuesto. Comemos despacio, desperezandonos poco a poco. En la television hay un programa que mezcla noticias con reportajes educativos. Una de las noticias recurrentes estos dias es el destino de unas decenas de ciudadanos japoneses secuestrado hace años por agentes del estado norcoreano con la intencion de convertirlos en espias. Es un asunto surreal.

Acompa
ño a K. al banco. Tiene que obtener un certificado del saldo en su cuenta para poder solicitar la admision en el community college en California. Llevo ya casi dos semanas en japon y varios dias en tokyo pero hasta el mas minimo detalle me sigue ensimismando. El recorrido desde el apartamento al banco, por las semidesiertas calles de un suburbio de Tokyo, de da la misma sensacion que me daria estar caminando por la superficie de la luna: todo es nuevo, me siento como un alien en un mundo lejano. Tenemos que esperar en al banco a que le toque el turno a K. Japon es desde luego un pais de contrastes. Los ascensores te saludan, puedes programar a que temperatura quieres tener el agua de la bañera a la hora que te levantas, las tiendas de productos electronicos parecen exhibiciones sacadas de alguna decada futura. Sin embargo en la oficina del banco hay quizas 20 empleados sentados en mesas colocadas detras de los mostradores. Todos aquellos que no estan atendiendo directamente al publico no tienen ni siquiera ordenador, estan trabajando con papeles. Parece una sucursal sacada de la decada de los ochenta.

Pasamos por el supermercado antes de volver a casa. A la salida vemos dos chicas muy jovenes sentadas en la calle que parecen vender unos dibujos. K. se agacha y habla un rato con ellas. "Son dibujos que han hecho ellas" me dice, mientras elige dos de ellos y le da dos monedas de 100 yen a la chica. Son dibujos de personajes manga femeninos, un estilo de niña pre-adolescente. La chica que parece que lleva la voz cantante lleva un sombrero de cowboy puesto. Tiene una cara bonita, de expresion dulce y tranquila, y explica sus dibujos a K. calmadamente, pero con un aire dignidad que contrasta con la situacion, alli sentada en la calle. Me fascina la actitud de esa chica. No consigo imaginarme la misma situacion de vuelta en españa.






domingo, 6 de enero de 2008

Ho Chi Minh City

En Pham Ngu Lao hay todo lo que un mochilero puede necesitar: Noodle bars, internet cafes, agencias de viajes y bares abiertos hasta tarde por la noche. Es la hermana pequeña vietnamita de Khao San Road en Bangkok.

Es la primera vez en un mes que me encuentro completamente solo y en una ciudad nueva, asi que voy a mirar mi correo y surfear un poco por internet para quitarme un poco la sensacion de soledad. Escribo a Phung y Hong un breve correo dandoles las gracias por los dias que pasamos en Dalat. "Hola" - oigo - "Llevas mucho tiempo en Saigon?". Miro a mi derecha, es un chico vietnamita, pero habla muy bien ingles. "La verdad es que acabo de llegar" - le digo. Se llama Quang, aunque se hace llamar Jason entre los occidentales. Es joven, justo pasara la veintena, de origen vietnamita pero nacido y crecido en Suecia, a donde sus padres emigraron antes de que el naciera. Me cuenta que sus padres tienen un restaurante de comida tailandesa alli. Lleva un par de meses en Saigon, es cantante y ha venido para grabar un cd de R n'B. "Tengo mis propias canciones, y un contrato ya firmado con una discografica". Me parece un historia muy curiosa. Un album de Rn'B en Vietnam? La musica es la pasion de los vietnamitas. El karaoke es un pasatiempo nacional. Pero toda la musica que he escuchado hasta ahora es digamos de un estilo muy clasico - y para mi gusto bastante inaguantable, pero mi opinion es mejor no pregonarla mucho por estas tierras. No veo mucho futuro en un disco de Rn'B. Parece que a Quang le gusta salir por la noche, como a todo musico que se precie, y promete llevarme esta noche a una discoteca llena de jovenes y guapas vietnamitas.


La discoteca tiene gran parte de su espacio cubierto con mesas y sillas, quedando una pequeña pista de baile enfrente del dj. Nos sentamos en una de las mesas y pedimos unas Heineken. Al parecer tenemos a varias camareras asignadas permanente a nuestra mesa que estan a nuestro lado toda la noche. Por desgracia no hablan apenas ingles. Los precios de la bebida son exhorbitados comparado con lo que he visto en Vietnam, incluso comparado con los bares nocturnos de turistas en Nha Trang. El mismo precio que en un club londinense. A pesar de que por dentro la discoteca parece igual que un club de Londres, la actitud de la clientela es bien distinta. Los jovenes ricos de Saigon se sientan alrededor de una mesa mirando a los pocos que bailan enfrente del dj, comen sushi y beben de botellas de whiskey y champagne que cuestan mas que el sueldo mensual de las camareras que les atienden, atentas a llenar el vaso en cuanto se encuentra medio vacio. Recuero la imagen de Ho Chi Minh, que parece observar desde todas las paredes de Vietnam. Que hiciste mal tio Ho?

Quang me hace comentarios constantemente acerca de las chicas que hay alrededor. "Solo tienes que invitarles a alguna bebida, y si tienes suerte te las puedes llevar a la cama luego" me dice con una sonrisa. Algunas se acercan a hablar con nosotros. Por desgracia ninguna habla mucho ingles mas alla de decirme su nombre. Tambien aparecen algunos amigos de Quang, que se nota se han esmerado en prepararse esteticamente para la noche, con un estilo rapero pero de postal como diria aquel, no gangsta radiobajero, con la gorra perfectamente colocada torcida. La musica es una especie de house/trance comercial hasta que el dj cambia completamente de estilo y comienza a pinchar un Rn'B bastante animado rozando el UK garage. Quang y sus amigos gritan de alegria y salen corriendo a la pista. Tengo que reconocer que bailan muy bien, al estilo de los artistas de RnB que se ven en los videos de MTV. Cada vez me parece mas creible la historia de Quang y la grabacion del cd.

La experiencia es bien curiosa, aunque no es que lo este pasando en grande. Ni siquiera me puedo emborrachar a los precios a los que esta la bebida. Una chica esta durante buena parte de la noche a mi lado, le saco alguna bebida, me sonrie, pero la conversacion no da mucho de si. Me siento un poco incomodo con ella, nunca he sabido ligar y mi unico arma en ese campo es normalmente la conversacion. Fallando eso no se como actuar.

El dj vuelve a pinchar house y Quang vuelve a la mesa. Se le nota contento cuando le felicito por su forma de bailar. Charlamos un poco y me cuenta que tiene novia en Suecia. Me enseña una foto suya: Una chica joven y sonriente, tipica sueca rubia, ojos azules. Quang se deshace en elogios: "Es una chica estupenda. No es como el resto de las chicas en Suecia. Alli todas piensan en salir de fiesta, ligar con chicos. Ella no es asi, es diferente. Ma apoya mucho." Me sorprende que me hable asi de su novia en Suecia cuando lleva toda la noche ligoteando con las chicas de la discoteca. Aun me sorprende mas cuando me cuenta que tiene otra novia aqui en Saigon. "A veces pasa la noche conmigo en la habitacion del hotel. Aqui en Vietnam eso no es muy comun, que pase la noche fuera de casa viviendo con sus padres. Las chicas aqui no se acuestan contigo tan facilmente". No deja de sorprenderme Quang.

Cuando cierran la discoteca los amigos de Quang nos llevan en moto de vuelta a
Pham Ngu Lao. Quang esta viviendo en uno de los hoteles en la calle paralela a la mia. Nos despedimos y quedo en que mañana por la tarde paso por su hotel para ver si hacemos algo por la noche. Por el dia tengo pensado hacer un recorrido turistico por Saigon.

Recorro los estrechos callejones que me llevan hasta casa. Siento tener que molestar a Hen a las tres de la ma
ñana para que me habra. Cuando entro me doy cuenta de que Hen, su mujer y su hijo minusvalido estan durmiendo en el suelo de la habitacion que conforma la planta baja de la casa. No me habia percatado de que es el unico espacio que les queda en la casa aparte de las dos habitaciones que alquilan. Me siento realmente mal al subir a mi habitacion y meterme en la cama mientras ellos retoman el sueño interrumpido en el suelo.